El cambio climático es un hecho que ya no se puede frenar, es demasiado tarde para poder evitarlo, es por eso que en lo mejor de los casos tenemos que aprender a convivir con él y a aceptarlo.
Todo el mundo va a tener repercusiones en el cambio climático, unos países más que otros y unos continentes más que otros.
En nuestro caso nos vamos a centrar como va a repercutir este hecho en Oceanía, uno de los continentes que más riesgo corre de sufrir los efectos del cambio climático.
Y es que los activistas están urgiendo a Australia y a Nueva Zelanda a que se preparen para recibir los efectos del cambio.
En Tuvalu y en Kribas ya se empiezan a ver los efectos de las mareas y de las tormentas en la costa según Damien Lawson (Coordinador de justicia climática de la organización ambientalista Amigos de la Tierra). Y es que ya hay islas que están siendo invadidas por el agua del mar de forma subterránea y que esto está teniendo un impacto en la capacidad de cultivar las tierras. Hoy por hoy solo está afectando de manera subterránea, pero los expertos del cambio climático prevén que el mar a va a crecer entre 18 y 59 centímetros en este siglo, así que las naciones insulares del océano Pacífico o sea Oceanía son los más vulnerables a este efecto.
Esto ya está repercutiendo en Oceanía, porque muchos habitantes de las pequeñas islas que forman el continente se están viendo obligados a abandonar sus hogares de las pequeñas islas y tener que emigrar a Australia o Nueva Zelanda porque el mar está ganando terreno y estas personas se están viendo obligados a marcharse.
También queremos comentar que no solo los efectos se van a notar en el nivel del mar, también va haber un cambio en la biodiversidad de Australia, y es que de cara al año 2030 va ser un cambio significativo en la biodiversidad y de cara al año 2070 será un cambio extremo. Esto hace darnos cuenta que el cambio no esta tan lejos como nos pensamos y que tenemos que empezar a reaccionar ya para poder minimizar los cambios que se puedan provocar. Des del CSIRO (Organización para la Investigación Industrial y Científica de la Mancomunidad de Australia) prevén que en 2070 muchas plantas y animales de Australia que hoy en día se pueden observar van a desaparecer del continente oceánico y las personas que vivan en esa época van a ver un paisaje muy diferente al actual.
Des del CSIRO también se plantean la necesidad de adaptar las políticas y la gestión del medio ambiente a los cambios que ya son inevitables del ecosistema. Se quiere adaptar la biodiversidad al ambiente cambiante y variable en lugar de intentar prevenir un cambio ecológico.
Como hemos comentado anteriormente el nivel del mar en va a crecer considerablemente y esto afecta a muchos pueblos costeros de las pequeñas islas del continente, además queremos añadir que según los últimos estudios de los científicos otro de los factores que empiezan a preocupar son los tamaños de las olas que están golpeando las costas australianas que son consecuencia del aumento en el número de tormentas del sur del país. Estas tormentas Extra-Tropicales, que puede que en un futuro empiecen a destruir pueblos costeros pone en riesgo muchas islas del continente. Lo que era una atracción turística para los surferos puede que se convierta en una oposición al turismo.
Otro dato que queremos tener en cuenta es que según la Comisión de Cambio Climático del Gobierno australiano los máximos históricos de calor se han duplicado desde los años 1960 y esto puede producir más incendios de cara al futuro.
En este año hubo más de un centenar de incendios en Australia, Tasmania, Nueva Gales del Sur y Victoria que quemaron miles de hectáreas y casas.
Este crecimiento de las temperaturas va a hacer que haya más incendios, más sequeras, menos frío en el invierno, más especies y fauna destruidas, etc.
Por último y no por eso menos importante queremos destacar que a parte de los animales y la fauna terrestres puede que sea destruida de cara al futuro, también los animales y plantas que habitan en los mares australianos des de hace más de cincuenta años han ido emigrando a las aguas más frías del océano Antártico a causa del cambio climático según el CSIRO. Esto podría tener importantes consecuencias en las especies marinas tropicales.
Los expertos del CSIRO afirman que se van a producir cambios que no se podrán controlar y por eso se tiene que controlar las prácticas pesqueras. También añaden que la gran preocupación suya es que el cambio climático ha fortalecido las corrientes marinas en el este australiano y esto contribuye al flujo migratorio al sur.
En conclusión y para terminar, creemos que el continente oceánico va a sufrir unos cambios a lo largo de los siguientes años a día de hoy que no se pueden parar, pero si que se puede empezar a darnos cuenta de lo que está pasando y intentar adaptarnos a este cambio y en medida de lo posible reducir al máximo estos cambios que van a haber dentro de pocos años.
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